Risotto de pollo a la cúrcuma
Ay, ¡qué abandonadita tengo la cocina!
No, no solo me refiero al blog. Es que últimamente casi ni me acerco a los fogones. La maternidad es lo que tiene 🙂
Supongo.
O al menos en mi caso, porque afortunadamente he tenido en todo momento alguien que se hiciese cargo de estas tareas mientras yo me dedico a mi recién nacido.
Así que las contadas veces que me he puesto a la tarea ha sido siempre con platos rápidos y de lo más sencillos.
Como este, que además es una de mis recetas de aprovechamiento que se están volviendo clásicos personales.
Sí, de aprovechamiento.
Porque de vez en cuando me gusta hacer un pollo al horno (además de sencillo resulta de lo más económico) pero para 2 personas implica tener restos que buscan ser utilizados en distintas preparaciones, por eso de no repetirse.
Las clásicas croquetas nunca fallan y son muy prácticas para congelar. También lo apovechamos para alguna pizza. Y la pechuga, por ser el trozo más seco, queda genial en este risotto para el que además también reservo el jugo de haber horneado el pollo.
Ingredientes (para 2)
- 1/2 cebolla
- 1/2 pechuga pollo (u otra pieza) ya cocinada
- 1 taza arroz (bomba)
- 50ml vino blanco
- 750ml caldo pollo
- sal, pimienta
- 1 cucharada sopera cúrcuma
- 80g queso parmesano (u otro curado)
- aceite oliva
Preparación
Es importante que el caldo que utilizaremos en esta receta esté caliente, así que tendremos la precaución de calentarlo antes de comenzar.
Como en mi caso lo que quiero es aprovechar los restos de un pollo al horno, en lugar de caldo propiamente dicho a veces utilizo el jugo procedente de esa preparación, con la grasa propia del pollo, que rebajo con agua hasta obtener la cantidad necesaria.
Empezaremos deshuesando nuestras piezas de pollo, retirando la piel y troceando hasta obtener bocaditos pequeños.
Luego pelamos y picamos la cebolla lo más finamente posible. La pochamos a fuego lento en una cazuela amplia con un poco de aceite.
Cuando la cebolla esté tierna agregamos el arroz. Removemos y dejamos que se rehoge un par de minutos, hasta que esté transparente y bien impregnado de aceite.
Mezclamos bien con la cúrcuma, agregamos el vino y dejamos que se evapore.
Luego añadimos un cucharón de caldo y sal al gusto. Removemos constantemente hasta que se haya absorbido el líquido.
Seguimos vertiendo caldo, medio cucharón de cada vez, y dejamos que el arroz lo absorba antes de añadir el siguiente, sin dejar que llegue a secarse.
Todo esto sin dejar de remover.
Nos llevará casi media hora, pero al final el risotto habrá adquirido una consistencia cremosa.
Agregamos los pedacitos de pollo y el queso parmesano rallado.
Removemos para ligar bien y servimos bien calentito.
huummm… que pinta!
Mmm me encanta el risotto! Y esta idea de aprovechar el pollo al horno que sobra me parece fantástica!
Besos!
Primero felicidades por el bebé y luego por el risotto.
Besos
Blanca de JUEGO DE SABORES