Rape a la gallega

¡Nos volvemos a Galicia!

Bueno, no todavía, pero en verano nos mudaremos una vez más, y en esta ocasión es para volvernos a nuestra tierra. ¡Por fin!
La morriña tiene los días contados 🙂

Entretanto una receta de pescado, al estilo caldeirada, para ir haciéndonos a la idea.

Realmente nunca he escuchado en Galicia lo de llamarle a nada «a la gallega», pero me imagino que pasa con todo. Vamos, que en Madrid nadie dirá «cocido madrileño», ¿no?
Pues eso.
Que en cuanto cruzas la Canda y el Padornelo todo lo que lleva aceite de oliva y pimentón es «a la gallega».

En este caso he preparado una sencilla allada (en castellano se dice ajada, pero no termina de sonarme igual de bien, ya ves tú que tontería).
Y guisantes congelados. Que no es nada ortodoxo, pero mira, son tan prácticos que los tengo siempre en el congelador. Así que para la cazuela.

Preparación

Pelamos y troceamos la cebolla y las patatas.
Limpiamos el rape y lo aliñamos con aceite, sal y perejil.

Ponemos al fuego una cazuela con abundante agua salada y la cebolla.
Cuando rompa a hervir añadimos los trozos de patata, y dejamos que se cueza durante 10 minutos aproximadamente.
Luego añadimos el rape dejamos cocer otros 10 minutos o incluso menos, no queremos que se nos reseque por un exceso de cocción.

Mientras el rape se cuece, pelamos el ajo y lo cortamos en rodajas finas.
Lo freímos en una sartén pequeña con aceite de oliva, a una temperatura muy alta y cuidando de que no se quemen.
Cuando estén dorados retiramos del fuego y mezclamos con una cucharadita de pimentón.

Escurrimos el rape y lo servimos. Lo ideal es que no nos quede totalmente escurrido, así que yo suelo reservar un poco del agua de cocción por si quiero añadir una poca más al plato.
Vertemos la ajada de pimentón sobre el plato y servimos inmediatamente.