Patatas guisadas con chipirones
Esta receta no es nueva.
Es una receta muy clásica, que hago con frecuencia, pero que voy variando según las circunstancias.
A veces con calamares, a veces con chipirones, a veces en la cazuela y otras en la slow cooker.
Ahora simplemente la he adaptado a Whole30.
Para que veais que, al fin y al cabo, sigo comiendo prácticamente lo mismo.
¿La mayor diferencia? ¡Que no estoy comiendo pan para «sopetear» en la salsita! 😀
Ingredientes (para 2)
- 500g chipirones frescos
- 3 patatas
- 1 zanahoria grande
- 1/2 cebolla
- 1 diente de ajo
- caldo de pescado (o de verduras)
- aceite, sal, pimienta
Preparación
Personalmente prefiero pedir al pescadero que nos limpie los chipirones, pero en casa es conveniente darle un repaso para eliminar los restos de piel u otros elementos indeseables (¡esa pluma que se queda despistada!). Luego los pasamos por un chorro de agua.
Los chipirones, a diferencia de los calamares, los suelo dejar enteros. Cada uno a su gusto.
Pelamos todas las verduras. Picamos la cebolla y laminamos el ajo, cortamos la zanahoria en rodajas y las patatas en trozos.
En una sartén con aceite sofreímos la cebolla y el ajo.
Añadimos la zanahoria y salteamos unos minutos, hasta que empiece a estar tierna.
Agregamos también los chipirones, que irán mermando de tamaño y cambiando de color al irse cocinando.
Salmpimentamos a nuestro gusto.
Si optamos por el método convencional, vertemos suficiente caldo para cubrirlo todo y llevamos a ebullición. Dejamos cocer durante unos 30 minutos.
Si optamos por hacerlo en slow cooker, mezclamos todo (sofrito de calamares y solo un vaso de caldo) y lo cocinamos en alta durante 3 horas.
En cualquier caso, estará más sabroso si lo dejamos reposar antes de servirlo.