Bizcocho de calabacín

Está claro cual es mi ingrediente de la temporada: el calabacín.
Si es que con ese par de piezas gigantescas que me dieron hace unas semanas ¡tengo para rato!
Así que toca ir aprovechando para probar nuevas recetas, como este curioso bizcocho que nunca antes me había animado a probar.

Como todo el calabacín que me quedaba lo preparé en conserva para que me durase más (la elaboración es muy sencilla y la podéis ver aquí) opté por picarlo groseramente, por lo que podeís ver las vetas de calabacín en el bizcocho.

Si no os gusta que quede asi o queréis disimularlo para sorprender a la gente retándola a que reconozcan el ingrediente secreto de este bizcocho, es mejor utilizar calabacín crudo y rallarlo muy muy finito.

Con esta receta participo en el Concurso “Recetas sanas, ligeras y equilibradas” para celebrar el 30 Aniversario del Hospital General Universitario de Elda.

Preparación

Precalentamos el horno a 180ºC.
Engrasamos un molde para cake largo (o dos más pequeños).

Batimos los huevos con el azúcar.
Añadimos el yogur y el aceite y mezclamos bien.

Si utilizamos calabacín fresco, lo lavamos y lo secamos ya que vamos a dejarlo con piel, y lo rallamos lo más finamente posible.
Como yo utilicé mi conserva de calabacín simplemente lo corté finamente con un cuchillo.
También lavamos la naranja, ya que rallaremos su piel, y la exprimimos para zumo.
Añadimos todo ello a la mezcla anterior.

En otro recipiente, mezclamos la harina con la levadura, el bicarbonato y la sal.

Incorporamos al primer recipiente, removiendo hasta que resulte una mezcla homogénea, y vertemos en el molde.
Horneamos durante unos 40 minutos, hasta que esté dorado por fuera y al pincharlo con un palillo este salga seco.

Dejamos enfriar ligeramente antes de desmoldarlo.

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